jueves, 11 de octubre de 2012

¿Sabes que?

Podría pasarme la vida diciendote lo mucho que te quiero, los sentimientos y las penas que pasan por mi corazón cada vez que discuto contigo o la infinidad de locuras que mi cabeza se plantea y que me encantaria poder gritartelas o simplemente susurrartelas al oído, para que las hagamos. He dicho que "podría" pasarme la vida así y en parte es lo que más deseo, pero tanto tú como yo nos cansaríamos, como nos ocurre en ocasiones. Además, el amor no es solo felicidad, estar enamorado, disfrutar de momentos romanticos...; sino que también combina el odio y las discusiones. Muchos dicen que del odio nace el amor o que las parejas que más se quieren, son aquellas que más discuten. Y muchas veces nos preguntamos, y ¿por qué discuten? o ¿por qué discutimos?. Realmente, nunca sabemos los motivos que nos llevan a los enfados (suelen ser varios, en general, muchas veces la discusión comienza con un simple detalle que a uno de los dos le ha molestado y que el otro consideraba insignificante). Probablemente porque para lo que unos es un mísero detalle para otros es algo más importante y grave; a esto, podemos llamarlo posesión o celos, pero yo lo considero como "otra forma de amar"; en la cual, cada detalle es un mundo y cada uno de los mismos, es unico y especial.


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